Resulta ideal para tener en el congelador y poder disponer de ella en cualquier momento, ya sea para improvisar una comida o una cena rápida.
Con solo descongelar, bien en el frigorífico (24 h) o a temperatura ambiente (2-3 h), ya está lista para combinarla en infinidad de recetas: al estilo tradicional, al ajillo, en revueltos, ensaladas, con pescados o en canapés y tapas.
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